domingo, 11 de enero de 2009
El genocidio judìo en Gaza
Del Diario Barricada, de Nicaragua
Monstruos sagrados: una nota marginal sobre el genocidio de Gaza
enero 8, 2009 - Toni Solo
tortilla con sal.com
Sólo se puede esperar que el genocidio israelí contra Gaza haga al menos imposible en el porvenir que gobiernos sádicos e hipócritas, especialmente los aliados de Israel en Norteamérica y Europa, defiendan la Ocupación de Palestina.
Los esfuerzos fingidos de esos gobiernos en pro de un alto el fuego han mostrado la clara voluntad de permitir a los líderes israelíes asesinar a tantos palestinos como quieran. Los grandes medios de comunicación, por una vez, no han tenido otra salida que reconocer el horror que Israel ha perpetrado.
Este horror supera con mucho la pertinencia de las preguntas acerca de la naturaleza y estructura de la protesta y la denuncia. Sin embargo merece la pena tenerlas presentes. La gente de Europa y Norteamérica se da el lujo de escoger sus alianzas a la carta. A pesar de algunos ataques terroristas ocasionales, no padecen una imposición sistemática de la violencia como la que sufren los palestinos desde hace ya 60 años.
De momento el consenso entre los progresistas parece ser que Hamas tiene derecho a luchar en defensa propia contra la violencia genocida de Israel. Anteriormente el consenso era otro. Lo que ha cambiado desde hace un mes es la escala de los acontecimientos. Incluso los grandes medios de comunicación no pueden esconder los crímenes israelíes contra los palestinos.
Si Hamas tiene derecho ahora a su propia defensa ¿por qué no lo tenía anteriormente? La mayoría de la gente que ahora se escandaliza por el genocidio israelí contra los palestinos era consciente del genocidio israelí de bajo nivel de los meses anteriores y de los años y décadas pasados. La destrucción de los palestinos era más lenta en el pasado, pero igualmente deliberada.
Lo ocurrido en las dos semanas pasadas significa que la gente no puede continuar sus vidas como si nada sin sentirse cómplices del genocidio. Sin embargo, las masacres actuales terminarán en algún momento. La gente dejará sus protestas y volverán a su rutina habitual. A menos que mantengan su exigencia de justicia para los palestinos, lo cierto es que se convertirán en cómplices del genocidio que ha sido apoyado durante muchos años por los aliados de Israel, los gobiernos de la Europa, Estados Unidos y Canadá
La ira actual declinará pronto probablemente. Es casi seguro que la traición internacional a los palestinos por parte de los gobiernos occidentales continuará. La gente de Europa y de Norteamérica puede que proteste y ejerza presión de vez en cuando. Sin embargo, sus protestas, campañas y presiones será inútiles porque sus gobiernos antidemocráticos y contrarios a la humanidad están determinados a no usar la Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas, como no sea para decorar la pared. Los palestinos lucharán casi en solitario por su autodeterminación hasta el final a la hora de la verdad.
Esta realidad hace que sea importante, para otros pueblos y sus gobiernos que se enfrentan actualmente a otras formas menos extremas de extorsión imperialista por parte de los gobiernos de Norteamérica y Europa, realizar una reflexión. Les enfrenta la hipocresía total y el sadismo superlativo de los gobiernos occidentales, junto con la marcada complicidad de los grandes medios de comunicación occidentales y sus aliados regionales. También se enfrentan a la ineficacia y arbitrariedad de la solidaridad internacional. El caso de Nicaragua es una demostración de esto.
Una mayoría de los palestinos apoyaba a Hamas desde antes de las elecciones de 2006. Sin embargo, la opinión progresista se inclinó por rechazar el derecho de los palestinos dirigidos por Hamas a su propia defensa armada.
En Nicaragua la mayoría de la gente votó por el Frente Sandinista Liberación Nacional en las recientes elecciones municipales, pero la opinión progresista dio crédito a las denuncias de fraude que hizo la oposición aliada con el campo imperialista.
Le Monde Diplomatique publicó un artículo de Mónica Baltodano, una de los simbólicas izquierdistas de la oposición nicaragüense, en el que atacaba al FSLN y aseguraba que las elecciones fueron fraudulentas. Baltodano, una consumada hipócrita oportunista, ha trabajado de forma consistente con la oposición de derechas en la Asamblea Nacional de Nicaragua para destruir el programa progresista del gobierno del FSLN. A principios de 2008, Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, escribió enérgicamente en defensa de otro hipócrita y malicioso oponente del gobierno del FSLN, el poeta Ernesto Cardenal.
En junio de 2008, líderes de opinión como Noam Chomsky, Mario Benedetti, Ariel Dorfman, Eduardo Galeano y Tom Hayden publicaron una declaración mal informada en apoyo de Dora María Téllez, antigua revolucionaria convertida en socialdemócrata. Téllez se quejaba de que el gobierno del FSLN estaba persiguiendo a su partido político. Pero el gobierno no le hacía nada. De hecho, su partido estaba sujeto a una acción legal y administrativa iniciada por el principal partido de oposición derechista nicaragüense, el Partido Liberal Constitucionalista.
En unos pocos meses, Dora María Téllez y sus colegas social-demócratas se alinearon abiertamente con el PLC, justo antes de las elecciones municipales de 2008. Su protesta era una completa farsa. Sin embargo Noam Chomsky y otros apoyaron a Téllez igual que Ignacio Ramonet y otros han apoyado a Cardenal y Baltodano.
Algunos eminentes intelectuales progresistas terminan siendo monstruos sagrados. Entre ciertos sectores es un tabú criticarles. Su influencia desproporcionada hace que exista una cierta reluctancia a denunciar sus insensatos errores y evasivas deshonestas. Sobre Nicaragua, personas como Noam Chomsky e Ignacio Ramonet han escogido ponerse del lado de los compañeros de viaje de los imperialistas como Dora María Téllez, oportunistas deshonestos como Mónica Baltodano y narcisistas amargados como Ernesto Cardenal.
En el fondo todos resultan irrelevantes, de la misma manera que lo son los que juran apoyar a los palestinos pero miran con recelo a Hamas. La gente del pueblo apoya a las organizaciones que se ocupan de sus necesidades y representan sus aspiraciones. En Gaza, los gobiernos de Norteamérica y Europa apoyan a Israel porque quieren destruir el apoyo de los palestinos a Hamas. En Nicaragua, esos gobiernos actúan decididos para destruir el apoyo al FSLN.
Mediante Israel, su aliado, esos gobiernos buscan destruir a los palestinos como pueblo. En Colombia apoyan el régimen narco-terrorista de Álvaro Uribe. Contra Cuba se alían con el bloqueo criminal de Estados Unidos. En Bolivia y Venezuela apoyan a sus aliados locales contra los procesos profundamente democráticos y humanitarios dirigidos por Evo Morales y Hugo Chávez respectivamente.
La respuesta de la gente a esta realidad depende de sus lealtades de clase y del coraje de sus convicciones. En Palestina y Líbano la gente rehúsa a someterse al proyecto imperialista en la región que pretenden imponer los gobiernos norteamericanos y europeos mediante su aliado Israel. Igualmente, en Nicaragua, la gente que ha trabajado contra el imperialismo durante décadas en movimientos populares continuará haciéndolo, a pesar de las intervenciones insensatas y deshonestas de los monstruos sagrados en apoyo a los aliados locales de los gobiernos de Norteamérica y Europa.
(**) Traducción de Agustín Velloso.
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