lunes, 29 de diciembre de 2008

Reflexiones desde la Sierra Madre

AÑO NUEVO,CICLOS NUEVOS

Escribo desde una poblaciòn serrana. Alejado del mundanal ruido, aprovechando los tiempos de vacaciones para la reflexiòn y la evaluaciòn de los caminos andados el año pasado y pensar hacia donde nos llevaràn los vientos el que viene.

Es un placer escribir, pero tambien un deber.

Comparto por ello con gusto, pero tambien con deseos de empatizar.

Subì a la sierra para estar en Silencio. El Silencio Sagrado que las tradiciones espirituales tratan de rescatar como un modo urgente para humanizarnos en medio de la voràgine citadina y post-capitalista en que "vivimos".

El camino empieza con dejar atràs toda comodidad. Como dicen las Virtudes Sinarkas: "Dejar la Vida fàcil y còmoda".

En el trayecto, solo hay silencio. Lo ùnico que me permitì, fue mi mp3 con mùsica adecuada.

Hay viajes que despiertan el espìritu y asì lo intuì. Lo percibì y lo experimentè.

En el cielo azul y frìo de la montaña, vi como se deslizaba un ave. Cruzando mas allà de las nubes y la neblina.

Metàfora de la Divinidad... Màs allà de las nieblas de los Sentidos, se desliza el Espìritu que Todo lo Ve, que Todo lo Sabe....

Seguì andando y las rocas no permitian subir. Quizàs si regresara al viejo sendero ya hecho... Por donde viajan los pocos que se atreven a esas alturas.

Pero el sendero no me dejarìa ver al àguila ni al cielo azul. Es màs, ni siquiera me daba garantìas para percibir la intensa belleza de la serranìa invernal.

Las crestas desnudas de los montes y montañas, el arroyo lejano que aùn cruje con el hielo de la madrugada...

Mas allà de un peñasco, donde trepè un buen rato, para calentarme un poco con el Sol apenas tibio... Pude ver un coyote bajando al arroyo. Tomaba agua y se retiraba.

El coyote en la vieja tradicion mesoamericana era un Simbolo de sabidurìa y astucia.

Erroneamente considerado "cobarde".

Es astuto. Primo del lobo.

La relacion del Humano con el animal es que èste media entre èste Mundo y el Otro.

Observar al Aguila, Observar al Lobo...Nos lleva a entender màs de las realides espirituales. Observa el vuelo del gavilàn, escucha el rugido del jaguar, el aullido del lobo....

El Padre Sol, la Madre Tierra...

El retorno a la ciudad no ahogò toda la experiencia que ahora expreso asì:

El Ser Humano necesita recuperar su sentido de la naturaleza. Necesitamos volver a conocer nuestro propio interior. Ahi está la fuerza y la sabiduría para cambiar la sociedad y cambiar la relacion de la especie humana con la Tierra, consigo misma, con la Realidad Sagrada y con su Futuro, hoy seriamente amenazado.

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