jueves, 1 de agosto de 2013

Ecología social (2)




La segunda -ecología social- no quiere sólo el medido ambiente, quiere el ambiente entero. Inserta al ser humano y a la sociedad dentro de la naturaleza. No se preocupa únicamente de embellecer la ciudad con mejores avenidas, plazas o playas más atractivas, prioriza también el saneamiento básico, una buena red de escuelas y un servicio de salud decente. La injusticia social significa violencia contra el ser más complejo y singular de la creación, que es el ser humano, hombre y mujer. 

Él es parte y parcela de la naturaleza. La ecología social propugna un desarrollo sostenible, que atiende a las carencias de los seres humanos de hoy sin sacrificar el capital natural de la Tierra, tomando también en consideración las necesidades de las generaciones del mañana, que tienen derecho a satisfacerse y a heredar una Tierra habitable, con relaciones humanas mínimamente justas. Pero el tipo de sociedad construida en los últimos 400 años impide realizar un desarrollo sostenible. 

Es energívora, ha montado un modelo de desarrollo que saquea sistemáticamente todos los recursos de la Tierra, y explota la fuerza de trabajo.

En el imaginario de los fundadores de la sociedad moderna el desarrollo se movía entre dos infinitos: el infinito de los recursos naturales y el infinito del desarrollo hacia el futuro. Pero dichos presupuestos han revelado ser una ilusión. Los recursos no son infinitos, la mayoría se está agotando, principalmente el agua potable y los combustibles fósiles. 


Y el tipo de desarrollo lineal y creciente hacia el futuro no es universalizable. Por lo tanto no es infinito. Si las familias chinas quisieran tener los automóviles de las familias norteamericanas, China se convertiría en un inmenso estacionamiento. No habría suficiente combustible y nadie se podría moverse.

Carecemos de una sociedad sostenible que encuentre para sí el desarrollo viable que satisfaga las necesidades de todos. El bienestar no podrá ser solamente social, tendrá que ser sociocósmico. Deberá atender a los demás seres de la naturaleza, como las aguas, las plantas, los animales, los microorganismos, pues todos juntos constituyen la comunidad planetaria en la que nos incluimos y sin ellos nosotros no podríamos vivir.

(Leonardo Boff)

Bibliografía mínima de orientación
- Boff, L., Ecología, mundialización, espiritualidad, Cristianos comprometido en las luchas populares, México, 1994.
- Boff, L., Do iceberg à arca de Noé, Garamond, Rio de Janeiro 2002.
- Boff, L.,“Ecología social frente a la pobreza y la exclusión” en La voz del arco iris, Trotta, Madrid, 2003.
- Minc, C., Como fazer movimento ecológico e defender a natureza e as liberdades, Vozes, Petrópolis 1987.
- Müller, R, O nascimento de uma civilização global, Aquariana, S.Paulo 1993.
- Vários. Nosso futuro comum. Comissão Mundial sobre o Meio Ambiene, Fundação Getúlio Vargas, Rio de Janeiro 1988.


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