martes, 30 de marzo de 2010

PERSONA HUMANA,COMUNIDAD Y LA REVOLUCION DE LA ETICA EN MOUNIER






E. MOUNIER (1905-1950) Y EL PERSONALISMO







Decía Giovanni Papini que la tragedia del hombre moderno no es que venda su alma al demonio, sino que ya ni siquiera el demonio se interesa por comprarla. La filosofía personalista constituye para algunos el síntoma y para otros la respuesta a esa situación de nihilismo, cuando ni el diablo, ni la soledad, ni la muerte permiten responder a la pregunta por el sentido y la “persona” se otea en el horizonte conceptual como alternativa la crisis de la modernidad.



Según el creador del movimiento personalista, Emmanuel Mounier, «personalismo» fue usado en primer lugar como concepto por el poeta norteamericano Walt Witman en su libro DEMOCRATIC VISTAS (1867) y entró en filosofía de la mano del oscuro pensador catalán del norte, RENOUVIER que definió con esta palabra su sistema filosófico en 1903. Sin embargo, en su uso moderno, «personalismo» es una escuela filosófica muy concreta, que se origina en la obra de Mounier y en la revista “ESPRIT” a partir de la fundación del movimiento en la localidad pirenaica de Font-Romeu en agosto de 1932.





La filosofía personalista es la expresión del existencialismo católico o, si se prefiere, del “inconformismo religioso” que se desarrolló principalmente entre católicos en Francia, pero también, y simultáneamente, en pequeños núcleos judíos y protestantes de Alemania, en las décadas de 1930 a 1950. Las raíces del «personalismo» habría que buscarlas en la ética fenomenológica de JASPERS y de Max SCHELER (autor de NATURALEZA Y FORMAS DE LA SIMPATÍA; EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO; EL GENIO, EL HÉROE, EL SANTO; LA IDEAL DEL HOMBRE Y LA HISTORIA, etc.) así como en la filosofía de ALAIN, un profesor de bachillerato que consiguió una singular audiencia (entre sus alumnos estuvo, por ejemplo, Simone WEIL) en ambientes cristianos.


El «personalismo» no propugna una filosofía de la historia, ni una antropología, ni una teoría política, sino que se tiene a sí mismo por un movimiento de acción social de tipo cristiano que une fuertes elementos comunitarios con la reflexión conceptual de raíz teológica sobre el sentido transcendente de la vida. De ahí que a los personalistas no les guste considerase como militantes de un sistema o de una “ideología”, sino que asumen el personalismo como una “orientación” de la vida en sentido comunitario. Así el «personalismo» consiste, más que en una teoría cerrada, en una “matriz filosófica” cristiana, o una tendencia de pensamiento dentro de la cual son posibles matices muy diversos pero que tiene en común asumir la perspectiva creyente y la condición dialógica de la persona, es decir, la apuesta por el diálogo comunitario, como condición que hace posible la filosofía. Para comprender su propuesta es necesario asumir, casi como un axioma, o como una regla de vida, que “persona” significa mucho más que “hombre”, e incluso simboliza lo contrario de “individuo”. Los principales autores personalistas son:

· Emmanuel MOUNIER:(MANIFIESTO AL SERVICIO DEL PERSONALISMO; EL PERSONALISMO y especialmente la revista “ESPRIT”, órgano del movimiento)
· Gabriel MARCEL: (SER Y TENER; DIARIO METAFÍSICO; LOS HOMBRES CONTRA LO HUMANO)
· Jean WAHL: (ESTUDIOS KIERKEGAARDIANOS)
· Jean LACROIX: (PERSONA Y AMOR; EL PERSONALISMO COMO ANTIIDEOLOGÍA)
· Martin BUBER (¿QUÉ ES EL HOMBRE?; YO Y TU)
· Paul-Ludwig LANDSBERG (EXPERIENCIA DE LA MUERTE).


Éste último, judío de origen alemán, fue ayudante de cátedra de Scheler y, tras las leyes antisemitas de Hitler se trasladó primero a París, donde participó en el “Colegio de Sociología” y, posteriormente, a Barcelona, llamado por Joaquín XIRAU para formar parte del profesorado de la Universidad Autónoma; de manera que ambos pueden ser considerados los iniciadores del personalismo filosófico en Catalunya y en España. Landsberg terminó sus días suicidándose, según parece, con una dosis de cianuro, en un campo de concentración nazi. El personalismo, por su esencia democrática, se desplegó de una forma muy significativa en Catalunya; tanto antes como después de la guerra de 1936-1939 floreció un importante movimiento religioso y cultural cuyo autor más significativo fue el abogado y escritor Maurici SERRAHIMA, amigo personal de Mounier y colaborador de “Esprit”. La viuda de Mounier, Paulette, fue incluso detenida en Barcelona bajo el franquismo, el 29 de enero de 1969, durante el estado de excepción al reunirse con jesuitas e intelectuales antifranquistas. El personalismo español en lengua castellana fue, sin embargo muy minoritario antes de la guerra, limitándose a la revista “Cruz y Raya” de José BERGAMÍN y a las colaboraciones en “Esprit” de José María de SEMPRÚN y GURREA, padre del escritor antifascista Jorge SEMPRÚN.

Muchos intelectuales católicos han tenido relación con el movimiento personalista: puede considerarse también «personalista» alguna obra del neotomista Jacques MARITAIN (especialmente HUMANISMO INTEGRAL). Junto a la filosofía, el personalismo ha tenido un importante componente literario; la obra de Mounier es díficil de comprender sin la literatura de Charles PÉGUY. A lo largo de los años centrales del siglo 20 hay una novelística importante de tipo personalista que se expresa en las obras de Graham GREEN (EL PODER Y LA GLORIA; EL FONDO DEL PROBLEMA) o de Aldous HUXLEY (EL MEJOR DE LOS MUNDOS; CIEGO EN GAZA). Sin embargo, el autor que desde el punto de vista literario encarna mejor el ideal personalista es SAINT-ÉXUPERY (EL PRINCIPITO, VUELO NOCTURNO, CARTA AL GENERAL y, especialmente, ese texto hermoso por hermético que es CIUDADELA).


El personalismo, aunque ha contado con autores judíos (Buber, Landsberg, Levinas), y protestantes (Ellul) es un existencialismo básicamente católico y jugó un papel fundamental en la renovación del pensamiento eclesiástico previo al Concilio Vaticano II que, asumiendo gran parte de sus tesis sobre la relación entre Iglesia y mundo seglar, lo dejó casi sin objeto. De hecho, la revista “Esprit” se ha movido políticamente desde hace más de medio siglo en la órbita del socialismo democrático intelectualizado.

En tanto que existencialismo leído en clave creyente, el movimiento personalista substituye el nihilismo desesperado por la esperanza transcendente y por la experiencia comunitaria. De hecho, todos los personalistas comparten el diagnóstico de Scheler en LA IDEA DEL HOMBRE Y LA HISTORIA según el cual:


«En ninguna época han sido las opiniones sobre la esencia y el origen del hombre más inciertas, imprecisas y múltiples que en nuestro tiempo. Muchos años de profundo estudio consagrado al problema del hombre dan al autor el derecho de hacer esta afirmación. Al cabo de unos diez mil años de historia, es nuestra época la primera en que el hombre se ha hecho plena, íntegramente “problemático”; ya no sabe lo que es pero sabe que no lo sabe. Y para obtener de nuevo opiniones aceptables acerca del hombre, no hay más que un medio: hacer, de una vez “tabula rasa” de todas las tradiciones referentes al problema y dirigir la mirada hacia el ser llamado “hombre”, olvidando metódicamente que pertenecemos a la humanidad».



El hombre es “persona” en la medida en que no se esconde en la masa, ni se deja negar por la tecnología, ni cae en abstracciones conceptuales individualistas. El personalismo se constituye –a la vez– como lo contrario al colectivismo, donde el sujeto se convierte en número, y como lo contrario al individualismo, que nos vuelve incapaces de comunicarnos. En palabras de Mounier: «el individividuo es la dispersión de la persona en la materia, dispersión y avaricia». En EL PERSONALISMO, Mounier afirmará que: «La persona no crece más que purificándose del individuo que hay en ella». Contra el individualismo, propio de una sociedad despersonalizada, se reivindica que “Persona” es un ser concreto (que no subjetivo) y por ello relacional y comunicativo, es decir, “comunitario”. En el MANIFIESTO AL SERVICIO DEL PERSONALISMO, Mounier la define así:


«Una persona es un ser espiritual constituido como tal por una manera de subsistencia e independencia de su ser; mantiene esta subsistencia por su adhesión a una jerarquía de valores libremente adoptados, asimilados y vividos por un compromiso responsable y una conversión constante: unifica así toda su actividad en la libertad y desarrolla por añadido a golpe de actos creadores la singularidad de su vocación».

Es en la comunidad, en la relación concreta de comunicación con los demás, donde realmente se constituye la persona. Para el personalismo, los dos conceptos básicos que dan unidad al pensamiento son “Persona” y “Amor”. Ambos conceptos se han encontrado también en el pensamiento liberal y en el romanticismo pero con otra significación radicalmente distinta; según el movimiento personalista el significado que de ellos se ha dado, incluso en el ámbito creyente, ha sido puramente instrumental y alienante. El socialismo marxista tiene razón en denunciar el idealismo y la ñoñería de ambos conceptos porque se ha tendido a pensarlos como puras abstracciones, descarnadas. Cumple, pues, cambiar le punto de vista desde el que se ha reflexionado sobre ellos. La persona debe ser comprendida desde un punto de vista relacional: «Encontrarse dos en recíproca presencia» permite que cada cual se haga persona. En YO Y TU, por su parte, Buber definirá el Amor como «El milagro de una presencia exclusiva» y como «la responsabilidad de un Yo por un Tu».
El hecho de que esta relación sea profunda, íntima, está en absoluta contradicción con el cosmpolitismo burgués, heredado del Renacimiento y de las Luces. En tal sentido, Mounier era taxativo. En su texto de 1935 REVOLUCIÓN PERSONALISTA Y COMUNITARIA se lee:


«Quizá solamente quien ha penetrado profundamente en Dios, es capaz de amar a todos los hombres en Dios (...) Yo no amo a la humanidad. No trabajo por la humanidad. Amo algunos hombres, y la experiencia me ha resultado tan fértil que por ella me siento ligado a cada prójimo que atraviesa mi camino».

“Persona” y “Amor” deben ser considerados, pues, no desde el punto de vista simbólico, o como abstracciones conceptuales, sino como transcendentales y como expresión de la sacralidad de la vida; por eso mismo el personalismo tiene una profunda vocación pedagógica: se trata no sólo de amar, sino de educar para el amor y la trascendencia a una nueva humanidad: Educar no consiste en hacer –y hacernos– “mejores personas”, sino en “despertar” a la persona, pues como dice en EL PERSONALISMO: «Por definición, una persona se suscita por una llamada, no se fabrica por domesticación». El sentido de una pedagogía personalista puede encontrarse también en la llamada que realizó el papa Pío XII después de la 2ª Guerra Mundial (ALOCUCIÓN A LOS MIEMBROS DEL CONGRESO INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA, Roma, nov. 1946):


«Educad a una nueva generación en el sentimiento de una verdadera humanidad. Que sea sagrado para la juventud todo lo que tiene rostro humano: sagrada la familia; sagrados todo pueblo y toda nación, como le son sagrados su propio pueblo y su propia patria. Que su espíritu se vuelva hacia Dios, Padre común de todos, y en el que la filosofía encuentra su norma sublime y su más alta justificación».

La concepción personalista del mundo es claramente contraria a la versión que sobre el hombre ofrece la ciencia positiva, en la medida que para esta filosofía lo humano es, por definición «Cualitativo» y, por tanto, ajeno al modelo descriptivo, cuantificable y analítico de las ciencias, que se daba por supuesto en el mundo académico francés desde la fundación de la “Sociedad de Biología” (1848) y de la “Sociedad Médico-Biológica” (1855). La ciencia positivista, para un personalista, describe al hombre “desde fuera” pero lo ignora interiormente o lo considera, como Freud, sólo como pulsión de placer, que es tanto como decir de dominio. Pero el hombre tiene aspiraciones morales, estéticas y religiosas que la ciencia no recoge, ni comprende. El hombres es «Persona», es decir, consciencia interior más allá de la pura materia. Y esa consciencia es, además, relacional, es decir, está abierta a lo religioso (en cuanto que “religa”) y a lo comunitario. En cuanto «Persona» el hombre no es sólo cuerpo sino también alma.
De ahí que realizar el imperativo pindárico y goethiano: «Llega a ser lo que eres» en un contexto cristiano significa empeñarse en construir nuestra capacidad de ser persona, cualitativamente, en el conjunto de las relaciones que nos constituyen. Sólo por el amor se accede a la persona. De ahí la importancia del “testimonio” que se da mediante la propia vida por encima incluso de la acción política. El personalismo se ve a sí mismo como una teoría de la esperanza. En EL PEQUEÑO MIEDO DEL SIGLO XX, Mounier escribió que: «El nihilismo, del que se desprende el espíritu de catástrofe, es una reacción masiva de tipo infantil. Bien sabéis cómo los seres débiles, los niños, los enfermos, los nerviosos, se desalientan, (...) Pues bien, la angustia de una catástrofe colectiva del mundo moderno es, ante todo, en nuestros contemporáneos una reacción infantil de viajeros incompetentes y alocados». Una sociedad personalista sería, pues, la consecuencia de una actitud comunitaria, que sitúa la comunicación (la “fraternidad”, entendida como virtud cristiana y no como imperativo republicano) en el centro de la acción política.


Mounier en EL PERSONALISMO (Cap. “La Comunicación”) esbozó los cinco puntos que se hacen necesarios para que pueda llegar a desarrollarse una sociedad personalista y comunitaria. Se trata de:

1.- Salir de sí mismo: luchar contra el “amor propio”, que hoy denominamos egocentrismo, narcisismo, individualismo.
2.- Comprender: situarse en el punto de vista del otro, no buscar en el otro a uno mismo, ni verlo como algo genérico, sino acoger al otro en su diferencia.
3.- Tomar sobre sí mismo, asumir: en el sentido de no sólo compadecer, sino de sufrir con el dolor, el destino, la pena, la alegría y la labor de los otros.
4.- Dar: sin reivindicarse como en el individualismo pequeño burgués y sin lucha a muerte con el destino, como los existencialistas. Una sociedad personalista se basa, por el contrario, en la donación y el desinterés. De ahí el valor liberador del perdón.
5.- Ser fiel: considerando la vida como una aventura creadora, que exige fidelidad a la propia persona.
Asumir al individuo como «persona» no significa perderse en un espiritualismo más o menos platónico, o sublimar un “doble” imaginario de los humanos concretos, sino aceptar que el sujeto humano es carne espiritualizada, transcendida en cuanto que el amor (imagen de un Amor divino, con mayúsculas) se vive en lo concreto, y en lo material –por eso mismo el movimiento personalista, tras un breve instante de firteo con el colaboracionismo de Vichy, se alineó con los comunistas en la Resistencia antinazi. En palabras de Mounier, la persona es «existencia encarnada» y olvidar eso conduce a despersonalizar a los humanos. Como escribió Mounier en EL PENSAMIENTO DE CHARLES PÉGUY: «ya es hora de sacar la palabra “mística” de los eriales».


«Amar realmente a un ser, es amarlo en Dios», escribió Gabriel Marcel. O en otras palabras, el personalismo quiere fundar un nuevo humanismo cuyo sentido último se halla en la idea de la persona como expresión del amor divino. Maritain, por su parte, lo expresa así en HUMANISMO INTEGRAL: «La idea discernida en el mundo sobrenatural que sería como la estrella de ese nuevo humanismo, no sería ya la idea del sagrado imperio que Dios posee sobre todas las cosas; sería más bien la idea de la santa libertad de la criatura a quien la gracia une a Dios».

Por eso el personalismo es radicalmente antiliberal en la medida en que no acepta la idea de los humanos como meros “átomos sociales”; a la idea de libertad le opone la de comunidad: ese es el único ámbito en que la libertad resulta pensable. La sociedad es, ante todo, una comunidad de almas, es decir, una totalidad construida como suma de esfuerzos conjuntados en que lo material, como quería el poeta Maragall “no es más que símbolo”. El liberalismo conduciría a lo que Mounier llamará “existencia dramática” es decir, a la que ve el tiempo (y el Ser) no como plenitud, sino como vacío, que se expresa filosóficamente en el existencialismo sartriano.


El enfrentamiento con Sartre, a quien Mounier pretendió ningunear en su INTRODUCCIÓN A LOS EXISTENCIALISMOS (lo sitúa en la rama izquierda del “árbol existencialista” cuyo tronco es Kierkegaard y en cuya base está Pascal para hundir sus raíces en San Agustín) no tiene tanto que ver con el ateísmo cuanto con lo que Mounier denomina: «el ala mundana», la moda burguesa del decadentismo.

PROBLEMA Y MISTERIO


Gabriel MARCEL (1889–1973) es autor de un texto en que relata la experiencia personal de su conversión al cristianismo, DIARIO METAFÍSICO (1927). Su aportación principal al personalismo consistió en distinguir entre «problema» y «misterio».

· PROBLEMA: es lo que la razón puede resolver, lo que aparece ante uno mismo, lo que se puede plantear de una manera objetivable, objetiva y distanciada. Todo problema es una cuestión técnica.
· MISTERIO: es todo aquello que no pude resolverse de forma objetiva ni racional; el misterio transciende toda solución y sólo permite la confianza y, si corresponde, la adoración.

El ser, y específicamente, el ser humano, es un misterio profundo y, como tal, transciende toda solución. En la medida en que lo humano es incapaz de perdurar, cualquier “yo” pierde sentido ante el misterio que, en cambio, permanece siempre. Fidelidad, amor y admiración son los valores que nos constituyen, en tanto que humanos, ante el misterio. Asumiendo que el hombre, en tanto que persona, corresponde la categoría de “misterio”, Mounier dará un paso más considerando que su filosofía no es un estudio sobre el hombre, sino un «combate por el hombre».


LOS TEMAS BÁSICOS DE EMMANUEL MOUNIER (1905-1950)

Emmanuel MOUNIER (1905-1950), el líder del movimiento personalista y sin duda su principal ideólogo, corre el peligro de convertirse en un autor olvidado, sólo apto para uso en contextos clericales; ciertamente murió con sólo 45 años y buena parte de su obra es estrictamente “de combate”, pero aunque su retórica tiene algo de crispado y su vocabulario suena hoy a “años 30”, su obra no debiera interesar sólo en el mundo eclesiástico: no es ocioso recordar que uno de los principales teóricos de la postmodernidad, Jean-François LYOTARD, se inició en “Esprit” y otro de los puntales del movimiento, Gianni VATTIMO, fue personalista en origen.


Mounier pretendió pensar una filosofía cristiana conscientemente contemporánea en un momento en que cristianismo y modernidad se habían dado (¿definitivamente?) la espalda. Por eso mismo su obra no pude entenderse sin advertir que se trata de la respuesta creyente a la filosofía de la sospecha (Marx, Nietzsche, Freud). Sin embargo, y paradójicamente, Mounier (y de ahí su influencia sobre Lyotard y Vattimo) anuncia sin saberlo la postmodernidad al proponer “Refaire la Renaisance” [rehacer o reconstruir el Renacimiento] como objetivo de un pensamiento católico que no puede estar frontalmente contra la modernidad sino que debe mostrar la insuficiencia del modelo humanista (e individualista) heredado del renacimiento y de la ilustración. Mounier estaría perfectamente de acuerdo con Gianni Vattimo cuando, en CREER QUE SE CREE, (1996) el filósofo italiano dice que: «El Evangelio es más amigable respecto a la razón (tardo) moderna y sus exigencias de lo que una concepción, en el fondo autoritaria, de la salvación me quiere hacer creer», o que: «La verdad del cristianismo es sólo la que se produce cada vez a través de las “autentificaciones” que advienen en diálogo con la historia, y con la asistencia del espíritu, como ha señalado Jesús».

Rehacer el Renacimiento significa optar por explicar el mensaje de Jesús a través del camino de Erasmo de Rotterdam en vez de hacerlo por el de Lutero o Descartes. Se trata de un pensamiento “moralista” que, por decirlo con Lucien Guissard, «toma conciencia del desorden», como alternativa a un pensamiento mecanicista que, en su opinión, conduce a la degradación del hombre, a la insignificancia de lo humano ante la máquina y el dinero. En EL PEQUEÑO MIEDO DEL SIGLO XX (1949), Mounier escribió:


«Si viéramos reunirse bajo nuestra mirada los elementos históricos y psicológicos de un terror del año 2000, la perspectiva seria del todo diferente a aquella grave espera del año 1000. No nace de una profecía básicamente optimista, sino de una confusión general de las creencias y de las estructuras

La crisis de las creencias resulta del hundimiento masivo y más o menos contemporáneo de las dos grandes religiones del mundo moderno: el cristianismo y el racionalismo. No es que yo prejuzgue aquí y ahora el valor ni la duración de dicho hundimiento. Simplemente constato su difusión sociológica. Donde, a penas hace un siglo, de entre cien hombres una mayoría profesaba las verdades cristianas, o donde la mayor parte de los demás creían a pies juntillas en la infalibilidad ilimitada de la razón sostenida por la ciencia, allí, digo, se cuenta ahora con un diez por ciento de creyentes cristianos, e ignoro si la proporción de racionalistas convencidos es mucho mayor».


Para Mounier, la respuesta al ateísmo se encuentra en el necesario «humanismo concreto»: no hay seres en abstracto y desarraigados sino “personas” miembros de una comunidad, de una cultura espiritual en cuyo seno se realizan. En palabras de Mounier: «La desesperación no es una idea. Es sobre todo un corrosivo». El ser humano no es un individuo errático, sino un proyecto de comunicación y una íntima participación en la vida.

Precisamente el principal error del existencialismo ateo (Sartre) es el de definir al hombre como proyecto pero sin prestar atención a las condiciones por medio de las cuales dicho proyecto tiene sentido (el amor, la familia, la comunidad). Son precisamente esas instancias comunitarias las que evitan caer en la desesperación, en el desarraigo, y nos permiten abrirnos al sentido en un mundo cada vez más cosificado. “Sentido” y “transcendencia” se descubren como remedios contra la contra la “angustia” y la “desesperación” existencial. La “revolución del siglo 20” no sería, pues, el socialismo que considera a los individuos como números y miembros de una masa, sino el redescubrimiento de una comunidad donde el hombre logre ser “persona” y no simple número. Ello exige, por lo demás, superar la perspectiva tecnológica y instrumental del humanismo renacentista, para recuperar la transcendencia, tal como apunta su análisis del maquinismo en EL PEQUEÑO MIEDO DEL SIGLO XX. De hecho en este libro, que está escrito en polémica implícita con Jacques Ellul, cae muy posiblemente en la ingenuidad de minusvalorar la máquina y la tendencia de lo que Ellul llamaba “sistema técnico” a dar por clausurada la vida espiritual.
En su libro REVOLUCIÓN PERSONALISTA Y COMUNITARIA, Mounier describe los valores personalistas que definen “lo espiritual” con estas palabras:


«¿Qué es, pues, para nosotros lo espiritual?

Ésta es nuestra jerarquía de valores: primacía de lo vital sobre lo material, primacía de los valores de la cultura sobre los valores vitales, y primacía, sobre todo, de estos valores accesibles a todo el mundo en la alegría, en el sufrimiento, en el amor de cada día, i que, de conformidad con las definiciones de los vocabularios, denominaremos –dando a las palabras una fuerza que las libere de la vulgaridad– valores de amor, de bondad, de caridad. Esta escala dependerá para algunos de nosotros de la existencia de un Dios transcendente y de unos valores cristianos, sin que otros la consideren cerrada por arriba»


Mounier, que nunca redactó su tesis doctoral en filosofía y sentía un indisimulado menosprecio por la Academia, fue, más que un pensador de sistema, un considerable “constructor de metáforas”, cuya vigencia sigue siendo central en el pensamiento crítico, incluso a extramuros del ámbito cristiano. Señalemos algunas que, como se verá, están marcadas por el intento de reivindicar el cristianismo reapropiándose de temáticas surgidas alrededor de Marx y Nietzsche:

Desorden establecido: situación de la sociedad en que el orden social se fundamenta exclusivamente en lo económico y cuya vigencia degrada a la persona. «Ya no hay más que un dios sonriente y horriblemente simpático: el Burgués. El hombre ha perdido el sentido del Ser, que no se mueve más que entre cosas, cosas utilizables, privadas de su misterio», dice en el MANIFIESTO AL SERVICIO DEL PERSONALISMO. El desorden establecido puede definirse también como trivialización de la vida.

Rehacer el Renacimiento: alternativa al desorden establecido, que no podrá llevarse a cabo mientras no se separe lo espiritual de lo político y de lo económico para recuperar la espiritualidad ocultada por el pensamiento técnico; «el primer Renacimiento malogró el Renacimiento personalista y desatendió el comunitario –dice Mounier– (...) contra el individualismo hemos de reemprender el primero, pero sólo lo conseguiremos con el auxilio del segundo».

Cristiandad difunta: la que ha muerto por connivencia con el poder del mundo, por olvidar la profecía, por desatender el sentido de la parábola del buen samaritano. Para Mounier es esencial comprender que no hay dos historias, “sagrada” una y “profana” la otra, sino que la Iglesia debe optar por lo que denomina “sobrenaturalismo histórico”. En sus propias palabras: «La tierra ya no puede organizarse fuera de la fe como la fe no puede desarrollarse sin las fuerzas de la tierra». Olvidarlo lleva a «renunciar a la unidad interior de la visión cristiana».

Tercera fuerza: espacio político definido por la doctrina social de la iglesia, entre el comunismo (ateo) y el liberalismo (explotador, utilitarista). Durante algún tiempo esta posible salida fue explorada por el personalismo como síntesis y superación dialéctica de las contradicciones. Mounier, sin embargo, se desdijo muy pronto de este intento porque le parecía poco espiritual. Además era contrario a moverse en el ámbito confesional, poco profético. La pretensión del personalismo es clara: «Restituiremos a la política su bello sentido lleno del aprendizaje total del hombre hacia las cosas de la comunidad». Posteriormente el concepto fue usado por la socialdemocracia y por el político inglés Tony Blair, a finales del siglo 20, como “Tercera vía”.

Revolución personalista: en el primer número de ESPRIT (1933), Mounier proclamó: «la revolución será moral o no será». También la definirá como: «una técnica de los medios espirituales»; en otras palabras: se trata de asumir que la sensibilidad y la personalidad de la persona representan una fuerza transformadora. Sin una “conversión” de la persona, la revolución sería sólo un cambio de gobierno, o un cambio en las condiciones de la opresión pero no su finalización.

Humanismo concreto: el que se opone a convertir a los hombres en símbolos y los asume como personas desde su diferencia pero también desde su espiritualidad. Es el humanismo que surge de la revolución personalista.
En cualquier caso, el personalismo es una teoría democrática en el sentido profundo de la democracia; es decir, más allá del puro planteamiento estadístico, el personalismo vincula la democracia con el valor, cualitativo, de la persona y de la comunidad. Por ello mismo, en momentos de degradación de los valores, como en la misma postmodernidad, el personalismo reaparece como un síntoma. Como dirá el propio

MOUNIER en ¿QUÉ ES EL PERSONALISMO?, se trata a la vez de:

1.- Una perspectiva que va al hombre como un ser material pero a la vez interior y transcendente.
2.- Un método para analizar la historia y la acción humana desde la perspectiva de la persona.
3.- Una exigencia «de compromiso total y condicional a la vez». Total porque no se limita a la simple crítica de lo que ocurre y condicional, pues la persona a la que se aspira, no es la que vive en el «aturdimiento colectivo» o en la «evasión colectiva».

Es difícil valorar hoy la “actualidad del personalismo” por muchas razones. En cualquier caso está claro que la filosofía personalista, como también el existencialismo, quedó al margen de la corriente de pensamiento central en el siglo 20, es decir, fuera del análisis lingüístico; muchas de sus metáforas aguantarían mal un análisis de este tipo. Es significativo que los actuales pensadores «comunitaristas», muchos de ellos católicos, prácticamente nunca reconocen su deuda con el movimiento personalista pese a que éste se basaba muy especialmente en la reivindicación de la “comunidad”. Y la explicación es sencilla: el comunitarismo actual es de tipo liberal, mientras que Mounier abominaba del liberalismo que consideraba anticristiano por poner al hombre bajo el dinero.

Para Mounier no será posible establecer jamás una comunidad si no se asume que lo gratuito, lo simbólico y en general el ámbito de “la comunicación” han de mantenerse al margen del dinero, que por su propia esencia lleva a romper la cohesión social.


E. MOUNIER (1905-1950) Y EL PERSONALISMO

Al individualismo que denunciaba, se añade hoy un cosmopolitismo en las comunicaciones (que muchas veces hace imposible “la” comunicación) y una interculturalidad que puede comprenderse difícilmente desde una ética de máximos, (y que tiene algo de postizo, de paternalista y cursi). Sin embargo, no es casualidad que algunas críticas personalistas a la sociedad burguesa hayan reaparecido donde menos se les podía esperar a priori, es decir, en el análisis sociológico de la postmodernidad. Puede entenderse fácilmente que sea precisamente el postmodernismo de Lyotard y Vattimo el que beba de fuentes personalistas porque es precisamente la crítica de Jaspers, de Scheler y de Mounier la primera que se dirigió simultáneamente y en profundidad la herencia “progresista” de la Ilustración y contra el totalitarismo pesimista de Marx, Nietzsche y Freud.


viernes, 19 de marzo de 2010

AGUA PASA POR MI CASA

Jornada de Educacion y exposicion de alternativas para el Uso correcto del Agua en la Ciudad.



El trabajo ha iniciado, es el momento para que unamos nuestras manos y demos fuerza a esta revolución espiritual que necesita manos, para abrazar, y dar la mano a quien quiere verdaderamente andar, es momento de que levantemos nuestras manos, sacudamos nuestras mentes, hagamos un poco de conciencia, tomemos amorosamente a nuestro EGO lo dejemos a un lado nos arremanguemos las camisas y trabajemos juntos…



Este domingo 21 de Marzo estamos invitados por “Isla Urbana” para asistir al evento de conmemoración del DIA INTERNACIONAL DEL AGUA!

La agenda del Día es

Ø juegos y pintura para niños

Ø música en vivo con "What the Funk"

Ø talleres de captación de agua con Isla Urbana de lluvia y jardinería urbana con los Sembradores Urbanos, consultas de nutrición.

Ø torneo de basket,

Ø Tótem a Tláloc,

Ø Rifa en la que puedes ganarte una lapton nueva, una finísima botella de Sake de Japón, y otros premios...

Ø Películas y mucho más

Les solicito me envíen via celular o correo electrónico la confirmación de asistencia.


Estela_0324@hotmail.com

Estela_0324@yahoo.com.mx

Rosa Estela Cesar
Comité Regional Coordinador
Movmiento Nacional Sinarquista
Distrito Federal
Mexico

FORO REGIONAL "RECONCILIACION CON LA TIERRA"

Buscando alternativas sustentables y sostenibles para comunidades autogestionarias, dignas, democraticas.

Convoca el Centro de Informacion Social AC y la Union Nacional de Trabajadores del CAmpo A.C.





martes, 9 de marzo de 2010

MUJERES





Dicen que quien no sabe y así lo reconoce, en realidad es un sabio en proceso de aprendizaje. Quien no sabe y aún así presume de saberlo todo, en realidad es el más estúpido de los seres.
Hay quienes han dicho que la mujer sinarquista es una mujer sumisa y resignada, temerosa y manipulable. Pobres cretinos quienes así lo piensen.

La mujer Sinarquista desde la Fundación del Movimiento tuvo un papel como corresponde: la otra mitad de un amplio Movimiento del Pueblo Mexicano.

Reclamando el derecho al voto, reclamando seguridad social y asistencia médica a las nujeres campesinas y obreras, exigiendo que el Estado cumpliera con su propósito de garantizar las condiciones de vida para ellas, sus hijos y sus familias. Empujando y dirigiendo la lucha por la Madre Patria.

Ha habido jefas, ha habido mártires ( entre ellas, Teresita Bustos, mujer obrera y aguerrida militante), ha habido dirigentes como Maria Luisa Soriano, las hermanas Amaya, etc...

El feminismo entendido como la justa lucha por el respeto a lo femenino, en las sinarquistas era un hecho. Sin los absurdos de ciertos feminismos que mas bien ocultan venganza u odio contra los hombres, o peor aún, odio contra sí mismas, contra su ser madres, sagradas y guerreras. Para la mujer Sinarquista, Hombre y Mujer son Complementarios, son pareja Sagrada, que solo en perfecto equilibrio pueden garantizar la vida.

Por eso, al siguiente necio ( necias, que también las hay) que digan que las mujeres sinarquistas son sumisas, le estamparemos la verdad en la cara.



DISCURSO DE LA COMPAÑERA DYANA.

Hoy, nosotras nos hacemos presentes en esta lucha que día a día nuestro pueblo fiel resiste, esperanzado en el triunfo, en la libertad y en la autonomía.
En nuestras manos está el futuro de la nación, de nuestra Estirpe, de nuestra tierra, de nuestro México. Nuestro papel como mujeres ya no solo compete en la formación del hogar y la familia, base esencial de la sociedad, sino ahora nosotras como herederas de nuestra sangre nos corresponde forjar el Futuro de la Patria.

Porque a nosotras también nos interesa la lucha diaria, porque nosotras también sabemos de política, somos fuertes y somos sensatas, hoy tenemos más derechos así como mayores responsabilidades para que junto a nuestro hombres, camaradas, hermanos, padres e hijos destituyamos de Nuestra Tierra esas aberraciones sociales e ideologías manipuladas por Estados escudados en religión, que avasalla con su poderío y su porquería capitalista nuestro Estado Político y Económico.

Porque nunca más seremos mujeres sometidas y abnegadas, porque en nuestras venas corre sangre guerrera, somos Hijas de México, herederas de lucha, de sufrimiento, de Guerra. Es tiempo de tomar el lugar que nos corresponde y honrarlo con nuestra pulcritud, si es en la Familia, en la Política, en la Sociedad, en el trabajo seremos las mejores dejando de lado el papel novelesco de sumisas porque no lo somos, somos fuertes y somos valientes, así como el sufrimiento en el parto resulta en nuestra mayor alegría, el arduo trabajo nos llevará con nuestra Patria a la Gloria.

Esta no es una voz fugaz de un intento de presencia. Este es un comunicado que afirma nuestra voluntad, nuestra sangre enardecida y nuestro profundo amor por la Patria nos lo reclama



“La mujer debe sacar esa fuerza interna

para luchar hasta la muerte

por su Patria y se Descendencia”



Dyana

ELOGIO DE LA MUJER BRAVA

POR HÉCTOR ABAD - ENVIADO POR MARISA BOLZONI



Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.


A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.

La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo le abro las piernas", siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).

A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.

Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.

Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.

Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas.. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.

Vamos hombres, por esas mujeres bravas!!!!!!!!!!

Héctor Abad nació en Colombia en 1958 y se recibió en Literatura moderna en Italia. Regresa a Colombia en 1987 cuando un grupo paramilitar asesina a su padre (médico de fensor de derechos humanos y fundador de la actual facultad de medicina), pero vuelve a Italia por amenazas recibidas. Retorna a Colombia en 1993 y en la actualidad reside en Bogotá.

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Enviado por Gaela Lorca.

viernes, 5 de marzo de 2010

ORIGENES DEL SINARQUISMO



¿Sinarquismo Clerical?


Eran los años 30s. Entonces, pocos entendian las diferentes tendencias que en la lejana Europa se disputaban los espacios ideologicos. Mucho drama en la visión de los lideres políticos y mucho fundamentalismo: desde Stalin hasta los herederos de Kropotkin, desde los defensores del Libre Mercado y la "Democracia Liberal" - version USA-, pasando por los imperios aun vigentes de la Inglaterra igual de racista que Alemania ( pero mas inteligentes: preferian explotar a los indios (de la India, por si algun despistado no captò) en vez de encerrarlos en guettos.

Estados Unidos ansiaba la guerra para levantarse de la crisis economica del 29 y de paso, justificarse como el "Pais de las oportunidades" pues los asesinatos contra negros, mexicanos, irlandeses catolicos, eran ya insoportables y amenazaban con estallar en las narices de los Dragones del Ku Klux Klan.

En España, las falanges se dividian y Primo de Rivera, con Ramiro Ledesma y Onesimo Redondo diseñaban una propuesta que no fue comprendida por no ser tiempos de estudio y analisis, si no de extremismos.

Franco entendiò que necesitaba cualquier aliado y supo ganarse el respaldo de algunos falangistas pero con el rechazo de otros y la duda muy seria del mismìsimo Jose Antonio.

Surgian movimientos nacionalistas con mezcla de viejo paganismo como el NacionalSocialismo y las Guardias de Hierro o movimientos mas caudillistas que nacionalistas como el Fascismo. ( El Estado es el Caudillo... reducir la Nacion a la figura del Caudillo o del Rey no es propiamente nacionalismo).

En todo ese maremagnum o pandemonio como ud guste llamarle, las voces llamando a la moderacion y al justo equilibrio eran ignoradas. O reprimidas por los extremos.

Fue el caso del Nacionalismo Sinarquista.

Es curioso que su origen, sindicalista ( nace en una asamblea de peones y jornaleros organizados por Trueba. Gente de las fabricas de Leon), sea poco estudiado.

Además, sus fundadores eran muy jovenes: Jose Antonio apenas 28 años. Juan Ignacio Padilla 26, los zermeño no llegaban a los 30s.

Sus estudios: La mayoria, abogados del Colegio de Guanajuato. Hoy Universidad de GUanajuato, de donde Eduardo Trueba llegaría a ser rector. ( Aunque no participó en el MNS). Sus autores: Emanuel Mounier y los Utopistas como Tomas More o los clásicos griegos ( De ahi el nombre).

Otro dato: Poco tiempo atràs, habian surgido organismos como la OCA: Organizacion, Cooperacion y Acción.

QUe pretendian detener los excesos represores del Estado Mexicano del Maximato. ( Otro momento historico que se diluye, como si Calles y Cardenas hubieran sido iguales en sus objetivos y mètodos. Para nada, son etapas muy diferentes).

La OCA en realidad no tenía una ideología definida. Mas bien, eran apologetas de la Democracia a secas y gente perseguida o amenazada por el maximato.

Basta darle un repaso a los diarios de la época para ver que la Iglesia Catolica vivia una penosa huida y no tenia el minimo poder polìtico. Ademàs, la Iglesia tenia varias tendencias (igual que ahora) y habia mucha mas distancia entre esas tendencias internas que hacia el Regimen ( igual que ahora).

Pues bien, el papel de la Jerarquia Catolica en esos años es mas bien marginal, intentando sobrevivir y pidiendo que por favor no hicieran olas para evitar una nueva revuelta. ( Hablo de los años 30s).

Asì las cosas, surgen voces de algunos intelectuales y estudiosos como JOse Antonio Urquiza y Zeferino Hidalgo, Padilla y los Trueba.

Ellos proponen algo diferente:

Despues de repasar el mapa politico ideologico-economico de la epoca y del pasado reciente, opinan que el Estado Totalitario es el Problema. Sea cual sea su color.

Y opinan que un Estado liberal, no interventor, simplemente no atiende los problemas sociales.

Asi que la solucion està en el Justo Medio. Zeferino Hidalgo era un estudioso. Conocedor de la Filosofia Clàsica, rescata el concepto del Arkhé o Arjé: Como en la palabra Arquitectura: Es un concepto de equilibrio, del Justo Medio, de un orden y armonía que elimina los extremos.

Hermoso concepto en tiempos de fanatismos.

Aqui viene lo que genera confusión aun ahora:

¿El Sinarquismo fué un "proyecto clerical"? ¿Realmente pretendia imponer una "Teocracia"?


En su Manifiesto, los Fundadores aseguran: "queremos una Autoridad legitima emanada de la libre actividad democrática del Pueblo". ( La Soberanía emana de la lucha y organización popular).

Ademas reclaman: "Una Nueva Sociedad sobre bases de Justicia". ( Justicia Social).

En otro documento proponen: "Que la empresa sea propiedad de quien la Trabaja". Consideramos que el mal no es la propiedad sino el acceso a ella. Por lo tanto, exigimos el libre acceso a la propiedad de los medios de produccion a todo mexicano o mexicana sin distingos de clase".

Lanzan un Comunicado a los trabajadores rurales: "Campesino que la (seudo)Revolución te cumpla lo que prometió: que la Tierra que trabajas y que amas sea tuya. No del comisario o del funcionario que la reparte a su antojo".

¿Pecò el Sinarquismo de fundamentalismo?

Enarbolando el Estandarte de la Virgen de GUadalupe junto a las banderas Nacional y Sinarquista, miles de trabajadores del Movimiento hacian sus marchas, sus mitines, sus demandas.

Curiosamente, la libertad religiosa no era ni siquiera la principal.

La enmarcaban dentro de los Derechos Fundamentales de la persona humana: "Un Movimiento que defienda los Derechos Fundamentales".

E incluso, lo declaran: "Es un absurdo pretender imponer por la fuerza una creencia o no creencia. La Fé es una desicion que se toma como en la parabola del "joven rico". Jesus respeta la libertad del muchacho de seguirle o no. Los Sinarquistas no podemos pretender ser mas que el Maestro y respetamos esa libertad. Pero exigimos la libertad para que se pueda tomar esa desicion con toda dignidad". ( Juan Ignacio Padilla. Sinarquismo Contrarevolucion).

¿Pero porque algunos exaltaban el Reinado Social de Cristo?

Es un concepto contrario al Fundamentalismo: El Reinado de Cristo implica que no puede haber un Dictador o Partido que se "apropie" de lo que le corresponde solo a Jesucristo. Ademas, en Teologia, el Reinado de Dios nos refiere el período en que los Judios llamaban Jubileo: perdon de las deudas de los pobres, destitucion y cambio de gobernantes y purificacion completa del Pueblo. Dice Isaias: Que no haya pobres ni oprimidos, el ayuno que quiere Dios es éste: liberar de su esclavitud a los Siervos, dar hospedaje al forastero, aliviar el hambre de las viudas y huerfanos.

Esto tenian en mente los Fundadores principales: Juan Ignacio y Jose Antonio.

Sabian que en Europa, los integrismos pretendian imponer la Religion como un modo de control. Pero sabian que los contrarios, pretendian eliminar aun por la fuerza a quien quisiera creer.

Estas luchas no eran ajenas en Mexico, bien lo sabemos.

Por ello, los Sinarkas impusieron un estilo desarmado: Ignoro si conocían la Ahimsa de Gandhi en ese momento ( Año 1937). (En los 40s, hay textos que explican y proponen la Ahimsa o no violencia como estrategia sinarka, asi con esas palabras).

¿Porque se separaron Abascal y otros del Movimiento Nacional Sinarquista?

Abascal se retira por que se sintió ignorado. Un genio apasionado, pero ignorado, se convierte rapidamente en un critico acèrrimo.

Abascal sabía de las intrigas de un personaje de apellido Santa Cruz. ( Le decian "Satan Cruz).

Este señor, desde la Fundacion, quiso hacer un Movimiento de tipo burgues. Como se decia en esos años.

Satan Cruz prefería la intriga política a la lucha sindical, social, cooperativista. Así que no dudó en acudir a funcionarios y personeros del Régimen ( Ya cardenista) para proponer que el Sinarquismo se convirtiera en un "movimiento de buenas costumbres, de orden y legalidad, que procure elevar la moral y restablecer la paz y la hermandad entre los mexicanos dejando de lado la política que todo lo ensucia".

Así que para "dejar la política sucia" lo que hizo fue pedir al Regimen, que lo apoyaran a ser electo dirigente. Eran ya los años del 44, Abascal ya habia abandonado al Sinarquismo y Martinez Narezo, nuevo jefe nacional, tomó la determinacion de expulsar a Satan Cruz y romper toda relacion con ese grupo.

SatanCruz empeñado en hacer un "sinarquismo civico, no politico", visitó la Embajada Norteamericana y juró que "su sinarquismo" no apoyaría las demandas de los migrantes mexicanos en California.

Al Gobierno le prometió sumision si le permitian fundar escuelas y dar catecismo.

Y a la Jerarquia Eclesiastica le prometió dejar fuera a Juan Ignacio y seguidores ( Jose Antonio fue asesinado en 1938).

El Clero, rechazó intervenir -oficialmente- porque "es un asunto de un movimiento político ajeno a la funcion de los Pastores".

La realidad es que el Clero estaba preocupado en conservar el status de conciliacion con Lazaro Cardenas y además, recuperarse de años de conflictos no era facil. Poco interes tenian en volverse a meter en revueltas. Por mas pacifistas que fueran.

El Sinarquismo continuó fortaleciendose pero con un discurso mas enfocado. Se fundó el Pârtido Fuerza Popular y lo que aun sigue pasando:

Entre 1937 y 1947, mas de 300 sinarquistas fueron asesinados. Muchos torturados y mutilados. Muchos perdieron parcela y empleo,otros exiliados de su terruño.

Esto no escandalizaba a los "intelectuales" del Régimen. Lo que si generó un escándalo mayusculo fue que un par de jovenes Sinarkas le pusieran una sabana al rostro de la estatua de Juarez en el Hemiciclo durante un acto publico de Fuerza Popular.

Cosa Curiosa: Quien le puso la sabana fue un literato y poeta que mas que "anti juarista" se hizo un escèptico de los sistemas politicos.

El Sinarquismo padeció una nueva ola de represiones y carceles, prohibidas sus reuniones y sus marchas.

Ahi fue cuando el Régimen confió a un empleado de seudonimo Mario Gil, que escribiera un libelo para "denunciar" al Sinarquismo. Este escribió "El Sinarquismo, su origen e ideologia".

Nunca entrevistó a nadie. Nunca tomó documentos de archivos. Nunca hizo trabajo de campo. Su estilo no era el del investigador esmerado en comprender. Era el de un empleado gubernamental con el encargo de "asustar" a una poblacion que lo que queria era estar en paz.

¿Fueron "Anti Cardenistas" los del Movimiento Nacional?

Sorpresa: No lo eran en el sentido de que aplaudieron las Reformas Sociales.

Es màs: El reparto de Utilidades, la co-propiedad de la empresa, el Seguro Social universal, fueron propuestas largo tiempo expuestas por el Sinarquismo. El cooperativismo, la libre participacion de la gente en las reuniones de cabildo, ( Estaba prohibido que un ciudadano se informara sobre el gobierno de su municipio).

El Sinarquismo aplaudió la Nacionalizacion del Petroleo. ( Mas tarde la de la energia electrica).

El problema no fué ese. Fué que los Sinarquistas jamás quisieron participar dentro de los sindicalistas oficiales (charros) ni quisieron aceptar el sistema ejidal porque lo consideraban corrupto de origen, pues la Tierra la repartia un funcionario segun su criterio y siempre y cuando el ejidatario se inscribiera al Partido.

El Sinarquismo hablò de Reforma Agraria Integral donde la Tierra sea propiedad del que la trabaja.

Ahora si, la letania:

El Sinarquismo defendía a los latifundistas: Los Latifundistas en los 40s eran TODOS del PRI.

El Sinarquismo ataca al Sindicalismo: Al Charro, si. Pero su origen es un sindicalismo democrático y participativo.

El Sinarquismo atacó las Reformas Sociales del Cardenismo. No, denunció la corrupcion gubernamental que dilapidó los recursos del Estado para imponer su Partido Hegemónico y a conveniencia, repartia empleos y servicios.

El Sinarquismo es clerical. NO, el Clero no quiso ni quiere meterse con un Movimiento que se empeñò en crear una mìstica de lucha popular combinada con la mìstica de la Herencia Cultural y de la Patria.

El Sinarquismo es "religioso". No, el Sinarquismo asumió Simbolos como la Virgen de Guadalupe o incluso, conceptos como la Fé, la Vida Eterna para quien lucha, etc... Pero hay mas de espiritualidad que de religion o de eclesialidad. ( No explico aqui la diferencia importante).

El Sinarquismo de los 60s se presenta como "social-Cristiano" y enarbola la bandera de "Cristianismo si, comunismo no". Efectivamente, Pero ese Social-Cristianismo es el de Emanuel Mounier y Maritain, que tiene una vision democrática, social, popular y autogestionaria. Estos elementos, son asumidos por el Sinarquismo a plenitud.

Pero no lo hacen un Movimiento "cristiano". Como tampoco es "pagano" por el hecho de fomentar el amor por la Naturaleza y el cuidado de la Madre Tierra.

Epílogo.

El grupo de "satan cruz" pudo continuar durante años. Murió y lo resucitaron en Gobernacion durante los años 70's en que resurge el PDM. Como partido Nacionalista, Revolucionario y Democrático.

Aun hoy, al teclear en Internet, aparecen sus proclamas con un sentido totalmente ajeno al Pensamiento, trayectoria, reflexiones, trabajos y programas del Movimiento Nacional Sinarquista.

Y si, adivina Ud. Por ahi, a veces, algunos nos llaman "políticos sucios". Y esas pocas voces siguen insistiendo en que el Sinarquismo "verdadero" tiene que ser fundamentalista, integrista, puramente devocional y ajeno a cualquier lucha social, política,nacionalista.

jueves, 4 de marzo de 2010

HIEROFANIAS DEL ANAHUAK





HIEROFANIAS DEL ANÁHUAC

Los antiguos mexicanos forman parte de una sola civilización, por más culturas diferentes que han existido en tiempo y espacio en el Anáhuac. Lo que implica, fundamentalmente, que compartieron una misma matriz filosófica cultural.





Este conjunto de ideas que explica la vida y la muerte y su relación con la naturaleza, el universo, así como el sentido sagrado y divino de la existencia, en lo fundamental, no es muy diferente de las otras cinco civilizaciones Madre del planeta. En efecto, cuando un ser humano o un pueblo han llegado a un estadio superior de desarrollo, cuando han satisfecho las necesidades básicas de subsistencia material, necesariamente buscan darle significado a su vida y trascender su existencia en el plano espiritual, sagrado y divino. Porque la toma de conciencia de un mundo real y significativo se halla en íntima relación con el descubrimiento de lo sagrado.





Aunque la agricultura se inventa en el Cem Anáhuac hacia el sexto milenio antes de la era cristiana, la Cultura Madre aparece decantada y con su propia personalidad, entre los estados de Veracruz y Tabasco alrededor del año mil quinientos a.C. Los olmecas nos dejaron testimonios de las bases de lo que será la civilización del Anáhuac. En el Período conocido como Formativo o Preclásico, los Viejos Abuelos desarrollaron y perfeccionaron los sistemas: alimentario, de salud, de educación y de organización social, que serán los cimientos estructurales de donde se desprenderá lo que más adelante se conocerá como Período de Esplendor o Clásico, que comprende del 200 a.C. al 850 d.C.





Los toltecas llevarán al cenit civilizatorio el proyecto filosófico del Cem Anáhuac que iniciaron los olmecas. Testimonio de esta continuidad “filosófico-cultural-sagrado-divina” la podemos apreciar en la iconografía, que nos presenta los diseños y símbolos fundamentales que dejaron esculpidos, labrados, pintados o bordados: como el quincunce, la serpiente emplumada, el jaguar, el águila y la dualidad divina a partir del par de opuestos complementarios que “humanizan” al mundo y que se observan claramente a través de dos perfiles encontrados de dos serpientes o dos quetzales. Y por supuesto el sistema constructivo de pirámides truncadas, juegos de pelota, patios cuadrados flanqueados por cuatro habitaciones, estelas, esculturas en tres dimensiones y un largo etcétera, que llegará casi intacto y con pequeñas variantes hasta la misma llegada de los españoles.





Poca gente observa estas similitudes que se mantuvieron por lo menos 3 milenios, no solo en el Cem Anáhuac, sino que asombrosamente, lo comparten todos los pueblos indígenas desde Alaska hasta Tierra del Fuego; pero que la visión eurocentrista y colonizadora nunca ha aceptado que en estas tierras existían antes de la invasión, pueblos con una civilización mucho más adelantada que la europea de aquellos tiempos. Y lo que también es importante señalar, que todos los pueblos compartían una misma matriz “filosófica-cultural-divina-sagrada”. Los colonizadores siempre han estudiado a los pueblos y culturas invadidas por sus diferencias, no por sus semejanzas. Las cuales son muchas y muy asombrosas.





Pero el punto de esta reflexión es la necesidad de conocer la estructura del pensamiento filosófico-religioso del Anáhuac, para que a partir de su esencia y su raíz, podamos entender y visualizar el tronco y la fronda del proyecto civilizatorio que eminentemente es de carácter sagrado y divino. Este desafío es fundamental para entender de raíz nuestra civilización Madre y acabar para siempre la paupérrima visión colonizadora. La Hermenéutica del México Antiguo se nos presenta como una próxima tarea urgente a emprender.





Nuestros antepasados más remotos, después de haber logrado satisfacer las necesidades básicas de subsistencia, enfocaron toda su capacidad, talento y sensibilidad para trascender los limitados espacios materiales de la vida y penetrar a los insondables campos del Espíritu Humano, el Universo y llegar a la fuente primigenia, es decir, despegarse del mundo profano y entrar al universo de los sagrado y de lo divino. La toma de conciencia de la sacralidad del mundo y de la vida, liberan al ser humano de su estado animal-profano, donde satisfacer sus necesidades materiales es todo cuanto existe en el perímetro de su existencia elemental. La conciencia de un mundo sagrado y la sacralidad de la vida humana permitieron a los Viejos Abuelos crear su portentoso universo cultural. La conciencia de lo sagrado fundamenta ontológicamente la existencia de la Civilización del Anáhuac. El Anáhuac empieza a ser mundo en la medida en que se devela su sacralidad y el ser humano deja de ser un animal con necesidades básicas materiales, hasta que toma conciencia de su potencial espiritual, su sacralidad y su misión en la vida y el universo.





Lo hicieron los egipcios, los mesopotámicos, los chinos, los indios y por supuesto que también lo hicieron nuestros Viejos Abuelos.





Este conocimiento es el legado más importante que hemos heredado de miles de años de evolución y desarrollo humano. A este conocimiento los Viejos Abuelos le llamaron TOLTECÁYOTL y se entiende como el legado de los toltecas. Nuestra incapacidad para entender lo más preciado de nuestro legado histórico-cultural, deviene en parte de que actualmente vivimos en una cultura materialista, desacralizada y pragmática; y por supuesto, por el colonialismo mental, cultural y espiritual en el que hemos vivido los últimos cinco siglos.





Las bases de este conjunto de ideas es que la tierra es un ser vivo con conciencia y vive ciclos cósmicos. Que el ser humano y la Tierra están en íntima relación interdependiente. Que en la búsqueda de la perfección humana, la tierra sufre cataclismos y que reinicia de nuevo, con la experiencia acumulada del ciclo anterior. De esta manera, el sentido histórico es cíclico y no lineal. Este concepto se explica en el mito de la creación del Quinto Sol. El tiempo deja de ser ordinario y pasa a ser sagrado en la medida de que el ser humano toma conciencia de su responsabilidad y su misión en el mantenimiento del equilibrio energético y la pureza espiritual que debe de alcanzar.





Existe una fuente suprema de la energía creadora, invisible, impalpable, innombrable, que se inventó así misma. Este principio creador tendrá muchas advocaciones diferentes y representaciones parciales de su grandeza. Estas múltiples manifestaciones sacras los europeos las han traducido como “dioses”, pero no lo son. Pues en verdad actúan como representaciones parciales de la sacra totalidad.





De esta manera tenemos “expresiones parciales” de lo inconmensurable. No son dioses en el sentido Occidental, sino manifestaciones fragmentadas de una misma totalidad. Así que el Sol, la Luna, Venus, La Vía Láctea, el agua, el viento, el fuego, la dualidad, la serpiente emplumada, el jaguar, la serpiente, entre otros, son solo símbolos metafóricos de la divinidad que entra en contacto con los humanos y el mundo profano.





Existen siete puntos cardinales de la existencia humana. El ombligo o centro unificador del universo. Los cuatro rumbos de la existencia dirigidos a los cuatro puntos cardinales. Cada uno de ellos tiene un significado filosófico, religioso y esotérico. El cielo que cuenta con trece niveles hacia el cenit y el inframundo que posee nueve niveles hacia las profundidades.





El ser humano realiza su existencia material entre los primeros cinco puntos. Empieza a ser “trascendente” en la medida que toma conciencia de su potencial espiritual. En ese momento nace la historia y la cultura. Si logra equilibrar el par de opuestos complementarios que surgen de la relación Norte-Sur y Oriente-Poniente en el “centro unificador”, logrará la elevación y trascendencia. Pero si desarrolla más alguno de los opuestos complementarios, el desequilibrio lo arrastrará al abismo de la estupidez humana. De esta manera la búsqueda del “equilibrio” resulta uno de los elementos fundamentales para entender esta filosofía y su íntima relación con el quincunce, macuilxochitl o la cruz de Quetzalcóatl, revelaciones de una interpretación filosófica, religiosa y sagrada del Anáhuac.





El ser humano fue creado por el sacrificio de “los dioses”. Por ello se nombra “masehual”, que significa “merecido del sacrificio de los dioses” y en consecuencia su vida será un sacrificio espiritual permanente. El ser humano encuentra un significado a su vida, más allá de tener comida, vestido y techo. El mundo material profano es solo un medio para penetrar al mundo espiritual sagrado. Es precisamente la toma de conciencia de la sacralidad y la divinidad lo que nos hace humanos. Aquí se encuentra la base de nuestra civilización. Los dos grandes objetivos existenciales que tiene el ser humano son el de ayudar a los dioses al sostenimiento del universo y el de trascender su existencia material en el plano espiritual. Sin esta misión la vida del ser humano no tiene ningún sentido.





Del primero diremos que a diferencia de la cultura Occidental, donde Dios ha creado a su imagen y semejanza al ser humano y le entrega a la Tierra y todos los seres que en ella viven para su dominación, explotación y transformación. En cambio, los antiguos mexicanos interpretan a la Tierra como su “madre querida” y se ubican como sus pequeños hijos. Tienen como obligación, no solo velar por preservarla y mantener el equilibrio original, sino también “humanizarla” a partir de la energía espiritual que puede producir el ser humano a través de una vida virtuosa.





Este aspecto es muy importante. La humanización del mundo implica darle un sentido sagrado y divino “a todo lo que nos rodea”. Es solo el ser humano, quien puede hacer este milagro a partir de su potencial espiritual. Este es uno de los propósitos más importantes de la civilización del Anáhuac. Una misión que rebasa con mucho a un solo individuo, a un pueblo y a muchas generaciones. El concepto de una responsabilidad histórica y colectiva, seguirá viva aún en el periodo Postclásico decadente, aunque transgredido por las reformas ideológicas-religiosas del cihuacóatl mexica llamado Tlacaélel. Y nos explica cabalmente como fue posible realizar proyectos constructivos de más de un milenio de duración, como el caso de Monte Alban, que inició su construcción en el año 500 a.C y fue abandonado mil trescientos cincuenta años después en el 850 d.C.





El segundo objetivo civilizatorio es la búsqueda individual de la trascendencia existencial a partir de un trabajo muy decantado y difícil, que implica el dominio y conocimiento de sí mismo a partir enseñanzas muy sofisticadas de carácter hermético. En el que básicamente se toma al mundo y a los seres humanos como cargas energéticas y productores de energía.





A este segundo objetivo le llamaron los toltecas simbólicamente “La Guerra Florida”. Los valientes que la emprendían se les llamaban “guerreros” y según su carga energética podían ser águilas o tigres. Sus armas eran “flor y canto”, entendidos como belleza y sabiduría. El objetivo supremo de los guerreros de la muerte florecida era “hacer florecer su corazón” y darse como alimento espiritual a su pueblo.





Es importante apuntar que los Viejos Abuelos mantenían una cohesión social muy sólida y estratificada. Que existían “el ala y la cola” de la sociedad integrada por masehuales. Personas que vivían su vida de manera común y corriente. Campesinos, artesanos, servidores públicos y lo que podríamos identificar como especialistas en la medicina, la construcción, el arte, la ecuación, la religión, etc. Guiados por las sólidas bases sociales, religiosas y morales que les proporcionaban una reducida élite de personas que se dedicaban totalmente a el estudio, la investigación y sistematización del potencial espiritual-energético del ser humano. Estas elites vivían en los alrededores de los que hoy conocemos como “zonas arqueológicas”, que nunca fueron ciudades, palacios o fortalezas, como las mentes colonizadas e ignorantes presuponen en la “historia oficial”.





Lo que no han querido aceptar los colonizadores, es que los Viejos Abuelos poseían una profunda y decantada sabiduría humana. Tan importante como las producidas por las civilizaciones de Egipto, China o India. Que su proyecto civilizatorio estaba más allá de “la dominación y explotación” del mundo material. Que el potencial de su sabiduría estaba enfocado a alcanzar la aspiración más elevada de la conciencia humana. Nos referimos a trascender al plano divino y sagrado de la existencia a partir del desarrollo espiritual.





Los colonizadores desde el Siglo XVI hasta hoy, no aceptan que los pueblos originarios y los hijos de sus hijos posean la condición humana” y por supuesto, mucho menos reconocen el grado de desarrollo material que tenía la civilización del Anáhuac. Aún en el siglo XVI y en pleno Periodo Postclásico decadente los pueblos del Cem Anáhuac tenían mucha mayor calidad y nivel de vida que los pueblos europeos. Esta es una inmensa verdad que los “investigadores” no han querido ver y que echa por tierra todo el discurso cientista colonizador de la inferioridad cultural de los invadidos y conquistados. Veamos por qué:





La alimentación de los Viejos Abuelos era de mayor calidad nutricional y variedad. Poseían la “chinampa” que implica la más alta tecnología humana hasta nuestros días, para hacer producir intensivamente a la tierra todo el año. Inventaron el maíz a partir de las transformaciones biogenéticas que le hicieron al pasto llamado Teozintle. El sistema de salud había llegado a niveles de excelencia. Las trepanaciones, así como la sabiduría de lo que hoy llamamos herbolaria y el uso de las “plantas de poder” llegaba a todos. El concepto de higiene personal, habitacional y urbana, era más avanzada que en nuestros días. El sistema educativo encontrado en 1519, era muy superior al europeo. La educación popular tenía 3 milenios y en europea apenas inició en 1596. Los Viejos Abuelos vivían en una civilización escolarizada que duró milenios antes de la invasión. El sistema de organización social y régimen jurídico era tan eficaz y eficiente, que ha sobrevivido hasta nuestros días en el sistema de cargos de las comunidades indígenas y campesinas del México contemporáneo.





El mundo “material” del Anáhuac era mucho muy superior al europeo. El concepto de urbanismo que encontraron los invasores en la Gran Tenochtitlán en el siglo XVI, solo lo llegaron a tener las ciudades europeas hasta muy entrado el siglo XIX. Agua potable, el sistema reticular de las calles, calzadas, avenidas, canales, puentes, uso comunitario y gratuito del transporte, escuelas, hospitales, mercados, bibliotecas, museos, zoológicos, canchas deportivas, centros culturales, oficinas administrativas y un vasto etcétera.





Pero el “mundo material” es solo un espejismo para las conciencias decantadas. Cuando un individuo o un pueblo han llegado a un nivel de desarrollo existencial, buscan traspasar las sólidas murallas del limitado mundo material y penetran al inconmensurable y maravilloso mundo del Espíritu, de lo sagrado y de lo divino de la existencia. El mundo material es solo la base de despegue que requiere el “mundo espiritual” para trascender. Lo importante de la herencia de nuestros Viejos Abuelos es precisamente la sabiduría que se acumuló durante siete mil quinientos años para trascender nuestra existencia en el plano espiritual y que nuestros colonizadores no han podido ver por dolo y mucho menos comprender por incapacidad.





La riqueza cultural, nuestro mayor Patrimonio Cultural, no esta en las “ruinas materiales” de las llamadas zonas arqueológicas, ni en los “tesoros” que están guardados en los museos de todo el mundo. El gran logro cultural de nuestra civilización Madre se encuentra depositado en el corazón de cada uno de los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos. El Tesoro esta dado en “flores y cantos” que viven en nuestro “Ser espiritual”. En los sentimientos y en los pensamientos que como flores y cantos pueden ayudarnos a trascender este precario y caótico mundo material en el que ahora vivimos.





Es de esta forma que la TOLTECAYOTL se nos revela como el potencial cultural más importante que hemos heredado de nuestros antepasados. La sabiduría sistematizada sobre el potencial espiritual que está agazapada en el mundo cotidiano, en la llamada Cultura Popular, en los valores y principios de la educación familiar. Esta milenaria sabiduría que vive refugiada en las tradiciones, fiestas, usos y costumbres, es la que nos sigue dando “un rostro propio y un corazón verdadero” y es la que nos puede conducir a la liberación del oscuro, grotesco y deshumanizado mundo material en el que hemos caído estos últimos cinco siglos.





Hasta ahora los investigadores solo han hecho arqueología e historia del mundo material y profano del México antiguo. Son tiempos en que los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos hagamos arqueología del espíritu e iniciemos la reconstrucción de la historia sagrada del Anáhuac.





Es necesario investigar, reordenar la información y crear nuevos conocimientos a partir de acercarse a las manifestaciones de lo sagrado y de lo divino que nuestros Viejos Abuelos nos dejaron, no solo en vestigios materiales, sino también en símbolos, mitos, ritos, tradiciones, leyendas, fiestas, usos y costumbres. Tanto en el Patrimonio Cultural tangible como en el intangible. Tenemos que entender que somos una sola civilización que sigue manteniendo su permanente y necesaria continuidad a lo largo de ocho milenios.





La pérdida de la menoría histórica por los procesos de colonización es solo superficial y muy temporal. La esencia sagrada de nuestra civilización, sus valores y principios siguen vivos y vigentes en cada uno de los individuos, familias y pueblos que la conforman. El colonizador nos ha tratado de hacer pensar que no existe ninguna conexión entre los Viejos Abuelos y los mexicanos contemporáneos. Que el pasado indígena esta total e irremediablemente perdido y extinto. Pero indudablemente seguimos siendo la misma civilización, solo que ahora potencialmente más enriquecida por cinco siglos de apropiaciones e intercambios culturales con otros pueblos del mundo.





Nuestra potencial cultural seguirá latente hasta el momento que tomemos plena conciencia de nuestra riqueza espiritual, a partir de recuperar la memoria histórica.





El legado más valioso que poseemos de los Viejos Abuelos indiscutiblemente es la espiritualidad y el misticismo con el que interpretamos el mundo y la vida. Esta visión sagrada y divina se encuentra atesorada en la TOLTECAYOTL y representan las hierofanías del Anáhuac.

miércoles, 3 de marzo de 2010

REVELAN EN LIBRO CORRUPTELAS DE PANISTAS EN PEMEX

El libro menciona a personajes como César Nava, Juan Camilo Mouriño, Jesús Reyes Heroles y otros funcionarios calderonistas, que mantuvieron una guerra interna por el control de PEMEX para buscar beneficios para ellos, familiares y amigos.

En entrevista radiofónica con Carmen Aristegui, Ana Lilia Pérez manifestó su desconfianza en que a pesar de las evidencias presentadas en la publicación no cree que deriven en acciones legales contra los implicados debido al sistema político de nuestro país. Con el prólogo del Periodista Miguel Ángel Granados Chapa, la publicación fue presentada sábado 27 de febrero en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, en el auditorio Fernando Quintana.

A continuación un extracto del libro “Camisas azules manos negras” que ha sido publicado por la propia autora en varios sitios de Internet.
Ana Lilia Pérez

Enero de 2007. Parecía como si sobre su espalda cargase una pesada lápida. Dirigir la empresa más importante del país sin duda potenciaría el estrés de cualquier ejecutivo, aunque no era la responsabilidad lo que le angustiaba, sino los golpes bajos que en cada oportunidad le daba Juan Camilo Mouriño, jefe de la oficina de la Presidencia de la República y contratista de PEMEX. Su carácter introvertido e inseguro se convirtió en el talón de Aquiles del recién nombrado director de la petrolera, Jesús Federico Reyes Heroles González Garza. Un pequeño pez en un océano de tiburones.

Carteles de Propaganda: "Somos Lobos"






Carteles de propaganda: Mujeres Sinarquistas

Hay nuevos carteles para la propaganda "Mujeres Sinarquistas".

Sugerencias al correo oficial:

movimiento.nacional.sinarquista@gmail.com