martes, 15 de septiembre de 2009

Reflexiòn Sinarquista sobre la Reforma Integral de la Educación Media Superior




¿Qué pensamos los Sinarquistas respecto a ésta Reforma a la Educación?



Tomando un extracto del artìculo publicado en Odiseo, Revista de Pedagogìa:

La educación, en tanto fenómeno social, dinámico y complejo, no puede entenderse al
margen de los factores económicos, sociales, políticos, éticos y técnicos que la
determinan... Por lo mismo, tiene que tener un sentido histórico y una visión de la sociedad que pretende formar.




En el modelo Neoliberal, pretendidamente atenuado con una política social basada en aumentar la asistencia a sectores marginados y en situación de pobreza o pobreza extrema, la educación tiene la función de capacitar en habilidades técnicas, administrativas y en habilidad numérica-financiera.

En lo práctico: preparar empleados capacitados para el trabajo en cuanto terminen su primer nivel de Bachillerato. ( La creación de un Sistema Nacional de Bachillerato en un marco de diversidad, es lo que argumentan sus promotores)

En términos individuales, ésto es excelente. Vaya que es bueno, tener 18 años y poder conseguir empleo arreglando computadoras o en negociacion o en gerenciar una sucursal de tiendas de ropa.

Pero en tèrminos de Comunidad, a largo plazo... ¿Que puede haber de consecuencias?

Que se prepara "mano de obra" eficiente pero sin perspectivas históricas. Esto es, una mas de las estrategias del modelo capitalista para seguir manteniendo las diferencias de clase, de etnia, de género y estancar más a la sociedad en su evolución integral.

¿Pero no es precisamente esa gran cantidad de diferencias que pretende combatir al hablar de "Diversidad"?. No. Porque sigue enfocando el tipo de ser humano que reclama un Mercado,no un Proyecto de Sociedad. Es decir... Claro que puedes trabajar de obrero u obrera toda tu vida, no tendràs trabas por tu género.



Por lo tanto, es una Reforma sin sentido de trascendencia. No sirve para forjar al Hombre Nuevo a la Mujer Nueva, Solidarios, Comunitarios.

Elimina materias como Filosofía y Sociología, pilares de cualquier civilización que destaque.
Si a pesar de que ahora, existen tales materias y aún así hay tanta flojera para pensar y crear criterio...¿Que sucederá en una Nación sin afán de reflexionar y sin visión de Pueblo?

Josefina Vázques Mota habla de "espíritu emprendedor". Lo vemos como un subterfugio.

No es lo mismo que generar un espíritu de iniciativa y esfuerzo, con disciplina y capacidad.

Sí, de acuerdo... Nuestra economía se basa en negocios familiares y la propuesta sinarka se basa en la cooperativa. Donde se requiere ese espíritu de iniciativa y desicion.

Sí, se necesitan conocimientos de administración y habilidades numéricas como para saber generar y administrar empresas.

Sí, tambien se necesita generar un Foco de técnicos y especialistas para crear una nueva generación de científicos y tecnólogos capaces.

Pero no puede ser el enfoque global. Es más, la misma visión de la autogestión, reclama conocimientos de sociología, exige la capacidad de filosofar y crear filosofía. Tiene que tener sustentabilidad y sostenibilidad. Tiene que tener un sentido del tipo de Sociedad y Nación que queremos.

Solidaridad,autogestión, Nación,Trascendencia, conceptos que tendrán graves problemas para entenderse y vivirse si avanza la RIEMS.

Urge una Reforma a la Educación. Ya lo avizoraba nuestro bien recordado Magaña Negrete, basandose en el pensamiento de Mounier y de Freire:

"La Educación es el proceso por el cual el ser Humano aprende a relacionarse en plenitud consigo mismo,con el Otro/a, con la Naturaleza y con su Historia y sentido de Trascendencia".

Para los Sinarquistas, así como se ha planteado la RIEMS, es un tremendo error y convocamos a quienes se han manifestado en contra, que se genere un debate nacional. Que se revisen a fondo otras propuestas sobre el tema que nos concierne y que sin exclusiones ( como hoy) se pueda plantear un Modelo de Educación Solidario, Crítico, Trascendente, ético y eficiente.





ANEXO 1

Odiseo. Revista Electrónica de Pedagogía. México. Año 6 núm. 12. Enero- junio 2009.



1.2. Trabajo, educación y economía.
La educación, en tanto fenómeno social, dinámico y complejo, no puede entenderse al
margen de los factores económicos, sociales, políticos, éticos y técnicos que la
determinan. Resulta evidente, por tanto que, para entrar al análisis del fenómeno
denominado “Innovación”, en lo general y, de “Innovación educativa”, en lo particular, con
un grado razonable de seriedad y rigor, debe ubicarse en un contexto incluyente y
ponerlo en una perspectiva histórica, que le dote de significación y sentido. En el
ámbito genérico de la educación, en este principio del siglo XXI, cobra especial relevancia
el acelerado e inequitativo proceso de transformación del aparato productivo y las
formas en que impacta al sistema educativo, problemática que no es privativa de
nuestro país y que compartimos de manera acusada con el resto de los países del tercer
mundo, especialmente con América Latina.
El punto central es que, de acuerdo con las políticas educativas globales, impulsadas
tanto por el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), es
primordial la visión de la comercialización de los servicios educativos, es decir, el paso de
ser un derecho social (conquistas sociales de décadas y aún de siglos de nuestras
sociedades), a convertirse en una mera mercancía, susceptible de ser comprada y vendida.
A dichos organismos, les interesan los niveles educativos superiores, por lo que su
mercantilización, bajo el esquema de la llamada globalización, está en pleno auge. Los
servicios educativos básicos, por razones políticas más que académicas y por tener un
carácter estratégico, no pasan por este esquema; son pocos los países (lamentablemente,
México es una excepción), que se encuentran dispuestos a ceder a las presiones
mercantilistas en este nivel, ya que en él se desarrollan los conceptos mínimos de
identidad nacional, social y cultural. Lo anterior no implica que no haya presiones de
grupos y organizaciones de la derecha (eclesiásticos y empresariales, principalmente)
para imponer sus propuestas de uso mercantil, de la educación básica.
Como muestra de lo anterior, baste con reproducir lo dicho por Josefina Vázquez Mota,
por entonces Secretaria de Educación Pública:
“La funcionaria insistió en la enseñanza del “espíritu emprendedor”, para lo
cual adelantó que la SEP ya trabaja con la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público y el Banco de México con el objetivo de poner en marcha esa
visión.
Así, convocó a las empresas a que “vuelvan a la escuela” para “enseñar
currículas” (sic), capacitar y no estar ajenas a lo que ocurre dentro de las
aulas de la educación pública. Expresó su convicción de que, al igual que los
científicos, los “emprendedores” no surgen por generación espontánea y se deben
empezar a formar desde niños.
Entonces, señaló que en toda la historia del país nunca se han tenido contenidos
de finanzas y de economía, y por ese motivo se introducirán desde primero
de primaria para enseña a los niños “el espíritu emprendedor y los
conocimientos básicos que promueven en otros países del mundo”. [1]



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